Martes Santo:

Estrella / Medinaceli / Miserere

Procesión de la Estrella

 

"Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo:  Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca." Con estas palabras juzgaban a Jesús, el día en el que el Sanedrín decidió buscar un culpable, alguien a quien juzgar por el simple hecho de que había ido haciendo el bien por el mundo. Jesús atado cual delincuente o asesino, es llevado ante Caifás, solo, temeroso y perdido. Ni siquiera sus apóstoles y amigos le acompañan, e incluso le niegan. Jesús, que parece saber lo que le espera, tiene la mirada perdida y el rostro desconsolado. Solamente su Madre le sigue en su sufrimiento, a pesar de la lejanía siempre está con Él y le sigue, como el que sigue a una Estrella cuando está perdido.

Es la Hermandad de Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella la que organiza su estación de penitencia en la tarde del Martes Santo. Sobre las cuatro y media de la tarde, a plena luz del día, sale la Hermandad de la iglesia de Santa María de Jesús, más conocida como "Las Gordilla", ante la atenta mirada de cientos de ciudadanos que esperan impacientes la salida de los pasos, cargados a costal por los hermanos. Esta es la única cofradía de toda Castilla y León que saca sus pasos a costal, dando así un sentimiento especial a este desfile.

Poco después de la salida la procesión se dirige hasta el Convento de las Madres, primer convento fundado por Santa Teresa de Jesús, donde la Hermandad realiza una visita las Hermanas que regentan este Convento. Tras cinco horas de desfile, y tras haber realizado penitencia en la Catedral, la procesión vuelve a "Las Gordillas" en la que al igual que en la salida, muchos son los abulenses que se acercan a contemplar la difícil recogida de los pasos por la puerta de la iglesia, debido a las pequeñas dimensiones de esta. Es ya cuando el día está cayendo y la luna comienza a aparecerse por el horizonte cuando el paso de Jesús Redentor ante Caifás seguido por el paso de Nuestra Señora de la Estrella, ambos pasos titulares de esta Hermandad, hacen su entrada en la iglesia para esperar hasta el próximo Martes Santo en el que volverán a salir a las calles abulenses..

 

         

  

      

         

       

 

Procesión de Medinaceli

Cuando cae la noche del Martes Santo, sale desde la Catedral la procesión de Medinaceli, organizada por la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno "Medinaceli". Esta cofradía es la más numerosa en cuanto a numero de hermanos se refiere, de toda Ávila. El arco de San Vicente se eleva con majestuosidad para recibir el paso de Jesús de Medinaceli...

Un Cristo gitano, que representa a Jesús en el momento de ser juzgado ante Pilatos, con una túnica de terciopelo morada y con las manos atadas con un cordón dorado constituye el paso titular de esta Hermandad. Aunque no es la única imagen que desfila en esta procesión, que se convierte en la representación de la pasión de Cristo, envuelta en un marco excepcional en cuyo fondo se alzan imponentes las murallas de la ciudad. Comienza San Pedro con el alma destrozada tras haber negado a su Señor, tres veces le negó antes de que cantara el gallo. Jesús de Medinaceli, solo, con el rostro triste y desconsolado, es juzgado sin ningún argumento ante el pueblo que grita al unísono: "Crucifícalo, crucifícalo". Es cargado con la cruz y recorriendo el camino del Calvario el Nazareno del Perdón se dirige al destino que el Padre ha dictado para Él, temeroso de su muerte pero a la vez compasivo con los que le están causando todo este dolor. Llega Jesús al Monte Gólgota, donde es crucificado, ante los ojos de su Madre María, San Juan y los centuriones romanos que se dan cuenta de que el Hijo de Dios decía la verdad. Jesús es descolgado de la cruz, y directamente llevado a los brazos de su Madre, que se convierte durante unos momentos en la Virgen del Mayor Dolor tras ver a su Hijo morir. El cuerpo de Cristo sin vida, Yacente es llevado al sepulcro y enterrado. En tres días ya no estará allí, pero ellos no los saben y lloran desconsolados la muerte del Hijo de Dios, sus apóstoles y su Madre la Virgen de las Lágrimas están llenos de dolor.  

 

         

 

 

         

 

 

Procesión del Miserere

Es en la medianoche del Martes Santo cuando la Magdalena portando un frasco de incienso se dirige a visitar al crucificado, para llorar su muerte. Es un camino silencioso, un silencio que es roto únicamente por el ruido de las cadenas de los penitentes y el canto del Miserere a la puerta del Humilladero.

Desde la iglesia de Santa María Magdalena, sale esta procesión acompañada por los hermanos del Ilustre Patronato de la Purísima Concepción, Santa María Magdalena y Ánimas del Purgatorio. Después de recorrer la ciudad intramuros llega el desfile a la Iglesia de San Vicente, donde tiene lugar el encuentro con el Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz. Se dirigen ambas cofradías juntas hasta la Ermita del Humilladero donde se alza imponente el Cristo de los Ajusticiados, un Cristo muerto en la cruz que impone un gran sentimiento de pena y agonía. La Coral "Amicus Meus" interpreta cada año en canto del Miserere, mientras la Magdalena llora la muerte del Crucificado. Después de la interpretación del Miserere la Magdalena vuelve a su iglesia para seguir sufriendo su dolor.

 

         

 

 

 

 

         

 

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